La convención ciudadana sobre el clima de Francia: una experiencia hacia transformaciones de la democracia.
Julio 15, 2020
Esta Convención fue una experiencia democrática que se llevó a cabo en Francia promovida por el Gobierno de Macron como respuesta a las manifestaciones de los “chalecos amarillos”
Nuevas formas de concebir la democracia aparecen alrededor del mundo para intentar reaccionar ante una posible brecha entre la participación ciudadana y las instituciones políticas. La Convención Ciudadana sobre el Clima (CCC) es una de estas nuevas alternativas. Esta Convención fue una experiencia democrática que se llevó a cabo en Francia promovida por el Gobierno de Macron como respuesta a las manifestaciones de los “chalecos amarillos” (El País, 2019)[1]. La CCC se presentó como un escenario de debate en el que un grupo de ciudadanos se puso en la tarea de rastrear los problemas medioambientales más graves de Francia y así generar propuestas al Gobierno para su resolución por medio de políticas públicas (Montojo, 2020)[2].
La Convención estuvo conformada por 150 participantes que representaban la diversidad de la población francesa, pues su selección tuvo como base los criterios de género, nivel de educación, edad, situación socio-profesional, tipo de territorio y ubicación geográfica (estos criterios se distribuyeron con los porcentajes que se aprecian en la tabla 1). La selección de este grupo se realizó de manera aleatoria por medio de un sorteo a cargo del instituto Harris Interactive, que utilizó una guía telefónica de 300,000 teléfonos (85% móviles y 15% línea fija), de allí se seleccionaron los 150 ciudadanos a los que se transmitió un mensaje que explicaba en qué consistiría la CCC y en el que se les preguntaba si aceptaban o no participar en esta[3].
Una vez realizada la elección, se llevaron a cabo siete sesiones que iban desde octubre de 2019 hasta junio de 2020. Estas tuvieron una primera etapa de preparación para los ciudadanos por medio del acompañamiento y la formación de varios expertos que tenían múltiples puntos de vista. Ello permitió que en una posterior etapa se generara una deliberación que versó sobre diversas cuestiones en torno al cambio climático, como el ahorro de energía, la renovación térmica de la vivienda, la agricultura, la movilidad y los impuestos ecológicos, entre otros. Sin embargo, la problemática central de estas sesiones fue fortalecer las cláusulas ambientales en la contratación pública para reducir por lo menos en un 40% la emisión de gases de efecto invernadero para el año 2030.

Santiago Niño Aguilar
Investigador
La convención ciudadana sobre el clima de Francia: una experiencia hacia transformaciones de la democracia.
Julio 15, 2020

Santiago Niño Aguilar
Investigador
Esta Convención fue una experiencia democrática que se llevó a cabo en Francia promovida por el Gobierno de Macron como respuesta a las manifestaciones de los “chalecos amarillos”
Por Santiago Niño Aguilar, Investigador Ideemos
Nuevas formas de concebir la democracia aparecen alrededor del mundo para intentar reaccionar ante una posible brecha entre la participación ciudadana y las instituciones políticas. La Convención Ciudadana sobre el Clima (CCC) es una de estas nuevas alternativas. Esta Convención fue una experiencia democrática que se llevó a cabo en Francia promovida por el Gobierno de Macron como respuesta a las manifestaciones de los “chalecos amarillos” (El País, 2019)[1]. La CCC se presentó como un escenario de debate en el que un grupo de ciudadanos se puso en la tarea de rastrear los problemas medioambientales más graves de Francia y así generar propuestas al Gobierno para su resolución por medio de políticas públicas (Montojo, 2020)[2].
La Convención estuvo conformada por 150 participantes que representaban la diversidad de la población francesa, pues su selección tuvo como base los criterios de género, nivel de educación, edad, situación socio-profesional, tipo de territorio y ubicación geográfica (estos criterios se distribuyeron con los porcentajes que se aprecian en la tabla 1). La selección de este grupo se realizó de manera aleatoria por medio de un sorteo a cargo del instituto Harris Interactive, que utilizó una guía telefónica de 300,000 teléfonos (85% móviles y 15% línea fija), de allí se seleccionaron los 150 ciudadanos a los que se transmitió un mensaje que explicaba en qué consistiría la CCC y en el que se les preguntaba si aceptaban o no participar en esta[3].
Una vez realizada la elección, se llevaron a cabo siete sesiones que iban desde octubre de 2019 hasta junio de 2020. Estas tuvieron una primera etapa de preparación para los ciudadanos por medio del acompañamiento y la formación de varios expertos que tenían múltiples puntos de vista. Ello permitió que en una posterior etapa se generara una deliberación que versó sobre diversas cuestiones en torno al cambio climático, como el ahorro de energía, la renovación térmica de la vivienda, la agricultura, la movilidad y los impuestos ecológicos, entre otros. Sin embargo, la problemática central de estas sesiones fue fortalecer las cláusulas ambientales en la contratación pública para reducir por lo menos en un 40% la emisión de gases de efecto invernadero para el año 2030.
Fruto de este proceso, los ciudadanos elaboraron una serie de propuestas para el Gobierno francés que buscan implementar reformas en las áreas de transporte, medios de producción, infraestructura, alimentos y consumo. Además, los ciudadanos elaboraron una propuesta de referendo con miras a una reforma constitucional (EFE Verde, 2020) [4].
Fruto de este proceso, los ciudadanos elaboraron una serie de propuestas para el Gobierno francés que buscan implementar reformas en las áreas de transporte, medios de producción, infraestructura, alimentos y consumo. Además, los ciudadanos elaboraron una propuesta de referendo con miras a una reforma constitucional (EFE Verde, 2020) [4].
Esta propuesta de reforma pretende: 1) La adición de principios y valores sobre el cuidado ambiental al preámbulo constitucional. 2) La modificación del artículo 1° que establece los lineamientos constitucionales materiales y orgánicos del Estado francés, para que se incluya un tercer parágrafo que establezca que “La República garantiza la preservación de la biodiversidad y el medio ambiente y lucha contra el cambio climático”. 3) El fortalecimiento del control de políticas ambientales. 4) La reforma institucional al Consejo Social y Ambiental, con la que se busca que esta entidad encargada de apoyar al Gobierno en la elaboración de políticas públicas sobre temáticas sociales, medioambientales y económicas se convierta en una Cámara de Participación Ciudadana, que estaría constituida por ciudadanos elegidos por sorteo, que deliberarán y tomarán decisiones sobre esas cuestiones económicas, sociales y medioambientales[5].
Hélène Landemore, profesora de la Universidad de Yale, en su conferencia “Democracia en tiempos de cólera”[6] expuso cuál fue la posición de los ciudadanos durante todas las sesiones de esta Convención. Cuenta que durante las primeras cuatro hubo un empoderamiento por parte de los ciudadanos, en su participación y en las preguntas que hacían a los expertos. Pero que durante las últimas sesiones los representantes del Gobierno y los mismos expertos tomaron un mayor control y fue menor la participación ciudadana.
Dicho esto, si bien no conocemos aún los resultados del referendo ni la implementación de las decisiones allí tomadas en las políticas del Gobierno francés, debemos aceptar sin lugar a duda que esta Convención Ciudadana sobre el Clima es una muestra de que la democracia no debe ser un concepto estático, sino que existen nuevas maneras de pensar en sus diseños institucionales.
Y desde esta idea es que podemos incluso llegar a considerar las posibles futuras implementaciones de escenarios de deliberación de esta naturaleza en países latinoamericanos como Colombia.
Anexos
Anexo A. Se exponen los porcentajes de las seis categorías que se tuvieron en cuenta para realizar la selección aleatoria por sorteo de los 150 ciudadanos. Estos porcentajes son una aproximación extraída de la página oficial de la Convención Ciudadana sobre el Clima.
Agranda la imagen con un click
[1] https://elpais.com/elpais/2019/11/15/opinion/1573843482_072734.html
[2]https://www.eldiario.es/ballenablanca/crisis_climatica/funcionan-asambleas-ciudadanas-propone-Gobierno_0_987601925.html
[3] https://propositions.conventioncitoyennepourleclimat.fr/
[4] https://www.efeverde.com/noticias/convencion-ciudadana-clima-macron-cambiar-constitucion/
[5] https://propositions.conventioncitoyennepourleclimat.fr/propositions-de-revision-de-la-constitution/
[6] https://www.youtube.com/watchv=aNkuQUJbGcU&feature=emb_title
Esta propuesta de reforma pretende: 1) La adición de principios y valores sobre el cuidado ambiental al preámbulo constitucional. 2) La modificación del artículo 1° que establece los lineamientos constitucionales materiales y orgánicos del Estado francés, para que se incluya un tercer parágrafo que establezca que “La República garantiza la preservación de la biodiversidad y el medio ambiente y lucha contra el cambio climático”. 3) El fortalecimiento del control de políticas ambientales. 4) La reforma institucional al Consejo Social y Ambiental, con la que se busca que esta entidad encargada de apoyar al Gobierno en la elaboración de políticas públicas sobre temáticas sociales, medioambientales y económicas se convierta en una Cámara de Participación Ciudadana, que estaría constituida por ciudadanos elegidos por sorteo, que deliberarán y tomarán decisiones sobre esas cuestiones económicas, sociales y medioambientales[5].
Hélène Landemore, profesora de la Universidad de Yale, en su conferencia “Democracia en tiempos de cólera”[6] expuso cuál fue la posición de los ciudadanos durante todas las sesiones de esta Convención. Cuenta que durante las primeras cuatro hubo un empoderamiento por parte de los ciudadanos, en su participación y en las preguntas que hacían a los expertos. Pero que durante las últimas sesiones los representantes del Gobierno y los mismos expertos tomaron un mayor control y fue menor la participación ciudadana.
Dicho esto, si bien no conocemos aún los resultados del referendo ni la implementación de las decisiones allí tomadas en las políticas del Gobierno francés, debemos aceptar sin lugar a duda que esta Convención Ciudadana sobre el Clima es una muestra de que la democracia no debe ser un concepto estático, sino que existen nuevas maneras de pensar en sus diseños institucionales.
Y desde esta idea es que podemos incluso llegar a considerar las posibles futuras implementaciones de escenarios de deliberación de esta naturaleza en países latinoamericanos como Colombia.
Anexos
Anexo A. Se exponen los porcentajes de las seis categorías que se tuvieron en cuenta para realizar la selección aleatoria por sorteo de los 150 ciudadanos. Estos porcentajes son una aproximación extraída de la página oficial de la Convención Ciudadana sobre el Clima.
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[1] https://elpais.com/elpais/2019/11/15/opinion/1573843482_072734.html
[2]https://www.eldiario.es/ballenablanca/crisis_climatica/funcionan-asambleas-ciudadanas-propone-Gobierno_0_987601925.html
[3] https://propositions.conventioncitoyennepourleclimat.fr/
[4] https://www.efeverde.com/noticias/convencion-ciudadana-clima-macron-cambiar-constitucion/
[5] https://propositions.conventioncitoyennepourleclimat.fr/propositions-de-revision-de-la-constitution/
[6] https://www.youtube.com/watchv=aNkuQUJbGcU&feature=emb_title

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